El 4 de junio, una pequeña pero numerosa flota de veleros artesanales de las comunidades pesqueras de Cabo Blanco y El Ñuro en el norte de Perú desplegó sus velas y se hizo a la mar, navegando junto al velero Escuela La Unión, de la Marina de Guerra del Perú. Esta regata anual es un homenaje a la flota pesquera artesanal del Perú, que utiliza solo el viento en sus velas y sus antiguas tradiciones de navegación para pescar una variedad de especies importantes para los mercados y restaurantes de la maravillosa gastronomía marina local. Además, esta flota fue declarada recientemente como Patrimonio Cultural de la Nación. Honrar a estos pescadores fue especialmente importante este año.
Con la presencia de los representantes de los gremios de estas caletas y las autoridades locales y del gobierno central, se rindió homenaje a los pescadores artesanales del país y a sus familiares que perdieron la vida a consecuencia de la pandemia COVID-19, lanzando al mar ofrendas florales.
Esta ceremonia de la visita de La Unión se ha convertido en parte del tradicional encuentro de veleros que se celebra cada año el 29 de junio, día de San Pedro, patrón de los pescadores artesanales. Las tripulaciones de los veleros que participan en este encuentro, muestran sus habilidades de navegación sorteando los fuertes vientos y corrientes locales. Estas habilidades son prácticas ancestrales heredadas de sus antepasados desde la época prehispánica y transmitidas a través de varias generaciones. Las habilidades de estos pescadores artesanales se consideran parte del patrimonio cultural del Perú y se valoran no solo por su historia, sino también por su uso moderno en la pesca responsable.
El escenario de estas tradicionales embarcaciones y sus tripulantes que día a día desafían el viento y las corrientes para salir a pescar, es una zona de gran riqueza biológica donde se encuentran las frías aguas de la Corriente de Humboldt y las aguas cálidas tropicales. Aquí, los pescadores capturan atunes y otras especies con artes de pesca tradicionales y selectivos como la pinta y el curricán, utilizando sólo el viento como energía, y su gran habilidad para la navegación a vela.
Pero Cabo Blanco no sólo es reconocido por estos veleros tradicionales, sino por la fama mundial de pesca deportiva de los años 50 y 60 del siglo pasado, cuando personajes de fama mundial en este deporte lograron la captura del codiciado merlín de 1,560 libras en 1953, record mundial que hasta la fecha no ha sido superado. Un personaje que visitó Cabo Blanco en esa etapa de oro de la pesca fue el famoso escritor Ernest Hemmingway, cuya novela de El Viejo y el Mar se llevó al cine con escenas de la pesca del marlín, que fueron filmadas en las aguas de esta caleta.
A pesar de que los hombres de estas comunidades representan a los pescadores tradicionales más antiguos del Perú, y han sido reconocidos como Patrimonio Cultural, existe aún una deuda pendiente con ellos, la del reconocimiento legal y formal de su pesca con embarcaciones tradicionales frente a las autoridades pesqueras.
Además, estas comunidades, por la precariedad de su sistema de salud y apoyo, lamentablemente han sufrido de manera desproporcionada los efectos de la pandemia del COVID – 19, que ocasionó la pérdida de vida de muchos de sus pescadores y familiares, y tuvo en ellas un efecto económico devastador.
Por este motivo, este año los gremios de pescadores de Cabo Blanco y El Ñuro, la Marina de Guerra del Perú y la Organización No Gubernamental H2Océanos, socio de EDF, organizaron este encuentro de veleros con el Buque Escuela Unión, para reconocer y renovar el espíritu resiliente de estos hombres de mar frente a las adversidades, y para dejar un mensaje de esperanza para ellos y las futuras generaciones.
Ellos son los Guardianes del Mar Tropical del Perú, que preservan las tradiciones de la navegación y la pesca a vela tradicional, y a ellos debemos rendir un homenaje especial este año difícil para sus comunidades, comprometiéndonos a ayudarlos para que sigan transmitiendo sus conocimientos y saberes a las futuras generaciones.
Por ello EDF se une también a la Celebración del Día del Pescador, haciendo un llamado a todos los pescadores a compartir cómo celebran el Día de San Pedro a través de un concurso fotográfico en la plataforma virtual SSF Hub cuyo objetivo es poner en valor la identidad cultural de todas las comunidades pesqueras. Para EDF y nuestros socios es importante reconocer y valorar los saberes de la pesca tradicional de estas comunidades pesqueras y hacer un llamado para que el Estado peruano pueda culminar el proceso de formalización que les permita tener acceso formal a la pesquería que tradicional y ancestralmente han venido pescando - - velando por su sostenibilidad y cuidando las aguas que les dan vida.
Por este motivo, EDF también se une a estos pescadores y las comunidades de Cabo Blanco y El Ñuro para convocar a todos los pescadores a compartir cómo celebran el Día de San Pedro a través de un concurso fotográfico en la plataforma virtual SSF Hub. El objetivo del concurso es reconocer la identidad cultural compartida de todas las comunidades pesqueras artesanales del mundo. Para EDF y nuestros socios, es importante fortalecer los valores tradicionales de estas comunidades pesqueras. EDF ha trabajado de la mano con el gobierno peruano para solucionar este problema de los pescadores informales y los instamos a priorizar el proceso de legalización, que permitiría a estos pescadores artesanales tener acceso legal y formal a la pesquería de la que forman parte desde hace siglos. - velando por su sostenibilidad y cuidando las aguas que les dan vida.
Autores:
Nina Pardo y Hector Soldi – H2Océanos, institución que ejerce la secretaria técnica del Comité de Salvaguarda del Patrimonio Cultural de Veleros Artesanales Peruanos.
